El miércoles 13 de enero, mediante un comunicado de prensa, se anunciaba la fusión de Telmex y Telmex Internacional en América Móvil, a través de una adquisición pública de acciones, en la cual, América Móvil controlaría el 59,4% de Telmex México y 60,7% de Telmex Internacional. Esta acción obedece a la tendencia del mercado de las telecomunicaciones a nivel internacional, donde la tónica marca la concentración de operadores de telefonía móvil y fija en una sola organización. Empresas como France Telecom, Deutsche Telecom, Telecom Italia e incluso la misma Telefónica han llevado a cabo en el pasado fusiones similares.
Para la multinacional, unir sus operaciones es una estrategia de negocios con la que busca tener una empresa más competitiva, a través de una relativa flexibilidad de la estructura administrativa, ya que en adelante sólo se contará con un solo consejo administrativo.
Según datos de The Competitive Intelligence Unit (CIU) esta operación permite a América Móvil posicionarse en el puesto número cuatro del ranking mundial de operadoras de telecomunicaciones, justo una posición debajo de su acérrima rival la española Telefónica, quien está precedida por Vodafone y China Mobile que tienen 303 y 518 millones de usuarios cada una.
En términos globales Telefónica se mantiene como un operador más grande debido a que además de su presencia en nuestro continente, también opera en otros 3 de los 5 continentes: Europa (España, Reino Unido, Polonia, Bélgica, Alemania, Holanda, Suecia, Noruega, Dinamarca, Austria, Suiza, Francia, Italia) Asia (Japón, Corea, Malasia, Singapur) y África (Sudáfrica y Marruecos). Sin embargo, esta situación no es la misma para la región donde la empresa propiedad de Carlos Slim es la más grande, al contar con 194 millones de accesos en 18 países del continente americano, contra los 126 millones de accesos con los que cuenta la empresa española.
Pese a que los analistas del sector le han dado el visto bueno a esta fusión, hace falta esperar el dictamen de las reguladoras de telecomunicaciones, pues en materia de monopolios a América Móvil no le ha ido muy bien, especialmente en México donde la Comisión Federal de Competencia se ha mostrado en desacuerdo con las condiciones de ventaja que le da el echo de ser operador dominante (en este país el 80% del mercado lo cubren las empresas de Slim). Mientras que en Colombia, su subsidiaria “Comcel”, a principios de año enfrentó un proceso similar con las autoridades.
Las previsiones de los analistas, marcan que en términos de consolidación económica, tras la unificación de Telmex México, Telmex Internacional y América Móvil habrá aumentos significativos en las ganancias, producto de importantes ahorros principalmente en dos factores: materia fiscal y plantilla laboral.
Veamos un mapa más claro de lo que nadie está hablando: la situación de los trabajadores.
Tan sólo en Latinoamérica Telefónica cuenta con una planta laboral de 173 mil trabajadores, mientras que América Móvil tiene tan sólo 36 mil trabajadores.
Pero ¿cómo hace la empresa de Slim, para ofrecer servicio a 194mil usuarios, con tan sólo una tercera parte del personal que tiene su competidora española? la realidad es que América Móvil opera con muchísimo más personal que el que reporta de manera oficial, y es que, la práctica más común dentro de sus políticas de relaciones laborales es la subcontratación, la tercerización y deslocalización de sus empleados, a través de filiales satélites.
En el caso de nuestra región, además de El Salvador, América Móvil opera en Guatemala, Puerto Rico y Nicaragua, al menos desde que las principales empresas de telecomunicaciones fueron privatizadas. Aquí en la región la línea oficial de América Móvil es subcontratar servicios que poco a poco la misma empresa ha ido dejando en manos de empresas filiales satélites. Esto lo ha hecho con el supuesto de que reducirá los costos y hará más eficiente la prestación de los servicios, aunque se sacrifica la estabilidad laboral de los trabajadores que anteriormente realizaban las tareas ahora subcontratadas.
Lo que desde el quehacer cotidiano, las organizaciones sindicales están viendo es todo lo contrario. Muchas de estas empresas operan en actividades en donde las necesidades han sido artificialmente creadas. Personal gerencial que antes laboraba para América Móvil negocia la separación y/o liquidación de las plantillas de trabajadores, para luego fundar sus propias empresas desde donde prestan los mismos servicios que antes realizaban como parte de la compañía matriz. Estos trabajadores cuentan generalmente con menos capacitación, salarios, prestaciones y protección social.
En El Salvador existen por lo menos 9 empresas subcontratistas que laboran para la filial salvadoreña de America Móvil (CTE - Claro), desarrollando labores de instalación y mantenimiento de fibra óptica, servicio correctivo, instalación de líneas, cableado para triple play, instalación de postes, venta de celulares, atención de cajeros de servicio al cliente, así como instalación y mantenimiento de energía y fuerza para las mismas plantas de CTE. Los trabajadores de estas subcontratistas, no solo se han visto imposibilitados de construir una representación sindical efectiva, sino que han sido objeto de represalias antisindicales cuando lo han intentado. Por otra parte la calidad y el servicio al cliente se ve afectado, lo cual se evidencia en el alto índice de reclamos.
En el caso de Guatemala, son 10 empresas subcontratistas las que dan servicios a TELGUA-Claro, la filial Guatemalteca de America Móvil. Las labores que realizan van desde el mantenimiento al área de energía, construcción y obra civil de planta exterior, instalación de equipos informáticos y carga software´s, supervisión y mantenimiento del servicio de datos en la ciudad capital, atención al cliente en las agencias de venta, ampliación y mantenimiento correctivo de fibra óptica, instalación y mantenimiento de generadores en las plantas Telgua y mantenimiento de los vehículos de la misma. Igualmente existe una gran cantidad de quejas y afectaciones cotidianas al eficiente funcionamiento de la empresa producto que las subcontratistas en función de ahorrar recursos económicos, sacrifican la calidad en el servicio y los equipos que instalan o dan mantenimiento. Igualmente los trabajadores de todas estas subcontratistas les está vetado en la práctica, poder ser representados por un sindicato legítimo y la falta de una tutela efectiva de los derechos laborales por parte del Ministerio de Trabajo Guatemalteco, ha favorecido aún más las políticas antisindicales de America Móvil.
Ahora bien, la fusión de Telmex México y Telmex Internacional en América Móvil suponen que habrá una duplicidad en ciertas funciones, que es de esperar, la empresa resolverá eliminando posiciones de trabajo. Implica también que habrá una mayor subcontratación de personal. En resumen: habrá un menor número de trabajadores que goce de los beneficios de la contratación colectiva (en los casos en los que la haya). Esta estrategia de la empresa, resultará una medida con claros tintes antisindicales, pues al dividir y deslocalizar a la fuerza de trabajo podrá evitar de manera más eficiente que los trabajadores de los servicios subcontratados puedan organizarse bajo el modelo sindical.
El caso de Nicaragua es ejemplificante de esta conducta de America Móvil. Su filial nicargüense, ENITEL tiene un modesto contrato colectivo, pero subcontrataba la mayoría de estos servicios a una empresa satélite llamada Correlasa. Igual que en los otros países las empresas madres mantienen la coordinación de las labores cotidianas de los subcontratados aunque tratan de desvincularse legalmente de la relación laboral. En mayo de 2008 un grupo de 32 trabajadores organizó un sindicato y solicitó negociar un contrato colectivo con Correlasa. Entre el 5 y el 8 de junio todos esos trabajadores fueron despedidos, y posteriormente, la gerencia de recursos humanos informó a todos los trabajadores de Correlasa que pasarían a prestar sus servicios para una nueva empresa llamada “Servicios Diversos de Recursos Humanos” dejando así la empresa subcontratista anterior, con solo los trabajadores en conflicto que presentaron sus demandas a las autoridades correspondientes, algunos de los cuales aún llevan dilatados casos legales.
Adicionalmente America Móvil tanto en El Salvador, Guatemala y Nicaragua, se ha caracterizado por promover sindicatos bajo control patronal o mejor conocidos como “blancos” para hacer contrapeso a los sindicatos legítimos quienes enfrentan obstáculos inimaginables para cumplir su función de representar a los trabajadores. Estos sindicatos blancos reciben de parte de la gerencia de America Móvil, recursos, equipo, apoyo económico y logístico para realizar sus actividades, así como el respaldo público de la empresa frente a los trabajadores. Esto sin embargo, no ha logrado hacer desaparecer o eliminar la influencia de los sindicatos legítimos en los tres países quienes a pesar de las dificultades siguen desarrollando importantes esfuerzos por mejorar las condiciones de trabajo de los trabajadores contratados directa o indirectamente, por America Móvil.
* * * *