martes, enero 26, 2010

Eliminación de tarifa básica de telefonía pone a prueba “opción preferencial por los pobres” del Presidente Funes.


“… América Móvil, del magnate Carlos Slim, reportaría un salto en sus ganancias del tercer trimestre de más de 53%, debido a una recuperación de la actividad tras la crisis financiera.” (El Economista 23 de Octubre de 2009)

“El grupo de telecomunicaciones español Telefónica dijo que su utilidad neta subió un 9.8% en el primer trimestre, a 1,690 millones de euros, un incremento mayor a la previsión promedio de los analistas debido a su expansión en América Latina” (El Economista 13 de Mayo de 2009)

Las grandes multinacionales de telecomunicaciones, son parte de un selecto grupo de corporaciones, que lejos de verse afectadas por la crisis económica global han visto aumentadas sus ganancias en estos difíciles tiempos. Una de las principales razones es que compañías, gobiernos, y en general, la tendencia en las diferentes actividades económicas frente a la crisis, es desarrollar al máximo la habilidad de ejecutar actividades a distancia, disminuyendo el desplazamiento de empleados, reduciendo puestos de trabajo que duplican labores en diferentes latitudes, y comprimiendo al máximo la masa laboral. Todo para lo cual, se necesita de más y mejores sistemas de comunicaciones.

Estas multinacionales, vienen anunciando no solo rendimientos superiores para 2009, sino anuncian fusiones y nuevos proyectos de expansión para la región. Este es precisamente el contexto, en que se anuncia que la Asamblea Legislativa de El Salvador, a iniciativa del partido FMLN, eliminó el pasado 20 de enero, la tarifa fija básica de telefonía fija. Los diputados argumentaron que esta tarifa, que formalmente se instauró para recuperar la inversión inicial producto de la compra de las empresas al Estado durante la privatización, ya no tenía razón de ser, pues dicha inversión se recupero solo en el primer año de operación. La empresa Estatal fue vendida en 97 millones de dólares y solo CTE recolecta al año cerca de 120 millones de dólares solo en concepto de cargos fijos (10 dólares por un millón de líneas fijas).

Estos cargos básicos que inicialmente eran de 7 dólares para cada línea, actualmente llegan a 10 dólares (más 13% de Iva) y recientemente CTE la filial salvadoreña de América Móvil propiedad de Carlos Slim, solicitó un reajuste tarifario que elevaría esta cuota básica hasta 14 dólares más Iva, solicitud que le fue aprobada por la Superintendencia de Electricidad y Telecomunicaciones, pero que la empresa argumentó que debido a la crisis económica no aplicaría. Todavía. América Móvil controla el 95% de las líneas fijas en El Salvador y en importancia a nivel Centroamericano le sigue Telefónica de España. America Móvil también controla las antiguas empresas estatales privatizadas en Nicaragua y Guatemala.

Por otra parte, las empresas como América Móvil y Telefónica, no se han caracterizado precisamente por ser empleadores responsables en El Salvador y Centroamérica. Los sindicatos de telecomunicaciones de la región han reportado durante años, acciones antisindicales, promoción de sindicatos blancos y bajo control patronal, así como reducción de remuneraciones a los trabajadores y eliminación de prestaciones y puestos de trabajo mediante la subcontratación y el “outsourcing”. Las empresas han desarrollado un sistema de subcontratación que no solo precariza los salarios y las condiciones de trabajo, sino que también permite despedir y deshacerse de los trabajadores y trabajadoras que intentan organizarse para mejorar sus condiciones laborales.

El decreto legislativo promovido por el FMLN y aprobado por unanimidad por todos los partidos políticos, implica para los consumidores salvadoreños, dejaran de pagar 140 millones de dólares al año, si tomamos en cuenta la nueva tarifa autorizada. Esto significa que esta importante cantidad de dinero dinamizaría el mercado interno y estaría directamente a disposición de las familias salvadoreñas que tanto lo necesitan. Una medida que frente al interés contrapuesto de Carlos Slim y el interés de las familias salvadoreñas, implicaría seguramente una “opción preferencial por los pobres”. Una opción que el Presidente Funes, aseguró sería la guía de su gobierno.

El fantasma del veto presidencial.

Sorprendentemente, el Presidente Mauricio Funes lejos de apoyar la medida que beneficiaría la economía de los salvadoreños, ha reaccionado contra el decreto aprobado por la Asamblea Legislativa. En sus primeras declaraciones calificó la medida de “inconsulta” y “populista”. Tampoco se ha ahorrado argumentos en defensa de la inversión extranjera, la seguridad jurídica y el Estado de Derecho, señalando el peligro de que las empresas retiraran su inversión del país o que se vieran afectados los 12 mil empleados que generan las multinacionales de Telecomunicaciones.

Evidentemente tanto América Móvil como Telefónica encabezan ahora un grupo de presión hacia el presidente salvadoreño, del cual también están participando las empresas Millicom y Digicel que tienen participaciones más modestas en el mercado salvadoreño. En una conferencia de prensa desarrollada el pasado 25 de enero, los representantes de las telefónicas dieron a conocer su oposición rotunda a la medida. Aunque ninguna ha hablado de retirarse del país.

Sin embargo, de las declaraciones del presidente, se pueden interpretar como un posibilidad real que éste está considerando hacer uso del veto presidencial contra el decreto legislativo. Pero en tanto este fue aprobado por unanimidad de todos los partidos políticos, el veto podría ser superado por una nueva votación que sobrepasara las dos terceras partes de los votos, porcentaje que ya fue superado por la medida inicial.

El Presidente Mauricio Funes en diciembre de 2008 siendo aún candidato a la presidencia por el FMLN, visitó acompañado por su principal asesor económico, Alex Segovia, a Carlos Slim y a Ricardos Salinas Pliego. Dos magnates mexicanos a quienes, según la página oficial del FMLN, les habría garantizado "certidumbre, confianza y garantías” (…) "que, de ganar la elección presidencial, su gobierno respetará la empresa privada, dará seguridad jurídica y creará las condiciones óptimas para las inversiones de capital nacional y extranjero, para crear miles de empleos y combatir la pobreza en este país".

Por su parte, el diputado Roberto Lorenzana miembro de la Comisión de Economía de la Asamblea Legislativa, ex gerente de campaña de Mauricio Funes y uno de los principales impulsores de la medida, argumentó mediante un artículo publicado en internet y en un periódico vespertino, que la cuota fija carece de justificación en cuanto a recuperar la inversion y menos para amortizar la depreciación de los equipos. Aparte menciona que con dicho decreto se pretenden eliminar lo que llama “una especie de duplicidad en el pago de un servicio” (pues) “la conexión de la que se habla ya fue pagada en el momento de la instalación del teléfono”.

En resumen, los intereses de un magnate y de los usuarios y consumidores salvadoreños, pocas veces están contrapuestos con tanta claridad frente a una medida gubernamental, pero sobre todo frente a la posibilidad que el Presidente Funes avale o intente revertir una medida legislativa. En términos prácticos, probablemente el Presidente Funes no tendrá otra oportunidad más clara de demostrar hacía quienes tendrá una “opción preferencial”.

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