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lunes, enero 04, 2010

GOBIERNO DE FUNES ENFRENTA PRIMEROS RETOS EN EL ÁMBITO LABORAL.


Trabajadores se niegan a trabajar en Puerto de Acajutla, aducen incumplimiento de acuerdos.

Desde el día 24 de diciembre, los trabajadores afiliados al Sindicato de Trabajadores de la Industria Portuaria STIPES, se han mantenido en una medida de protesta que ha incluido la negativa a presentarse a trabajar en el puerto de Acajutla, así como una concentración que entre el 24 y el 31 de diciembre se desarrollo frente a los portones 4 y 5 del Puerto. En horas de la madrugada del 31 de diciembre, un pelotón de la policía antidisturbios desalojo la protesta. Los sindicalistas se mantienen concentrados en las inmediaciones y reafirman su decisión de no descargar los barcos que llegan a la terminal portuaria. Este 3 de enero, un barco se retiro ante la falta de fuerza de trabajo dispuesta a laborar. A todas luces, parece una huelga de hecho.

La población de Acajutla se ha volcado en apoyo a los trabajadores huelguistas. Alimentos y apoyo, llega espontánea y permanentemente. La solidaridad de la población es el reflejo, que las condiciones de trabajo por las que lucha el sindicato, son de interés de toda la comunidad.


El principal puerto del país, Acajutla, fue prácticamente privatizado en 2002, luego de que el gobierno conservador de ese entonces despidiera de la empresa CEPA[1] a miles de trabajadores, interviniera militarmente el Puerto, cancelara el Contrato Colectivo de Trabajo y entregara las operaciones a varias empresas privadas conocidas como “Operadoras Portuarias”. Los trabajadores que habían laborado por décadas bajo condiciones reguladas, pasaron a ser sub contratados, con salarios bajos y ocasionales, sujetos a los caprichos y discresionalidad de las “Operadoras”, y sin ninguna prestación más que su salario a destajo. La crisis en el mercado interno de la comunidad de Acajutla no se hizo esperar el comercio fue lo más afectado. Y poco a poco los accidentes de trabajo se fueron sucediendo cada vez con mayor gravedad y frecuencia sin que las “Operadoras” asumieran apropiadamente sus responsabilidades laborales. Con el paso de los años, las “Operadoras” se fueron convirtiendo en un referente desdeñable para la comunidad de Acajutla.

En diciembre de 2004, el STIPES, se fundo como un nuevo sindicato de trabajadores, la mayoría, subcontratados por las “Operadoras”. Este esfuerzo enfrentó rápidamente despidos, represión e indiferencia de parte de las operadoras, la CEPA y el gobierno. Sin embargo, con la llegada del nuevo gobierno de Mauricio Funes, en junio 2009, se abrió un halo de esperanza.

En una entrevista realizada a Gregorio Elías Vanegas, secretario general de STIPES, en septiembre de 2009, este evaluaba como positivas las gestiones del nuevo gobierno y señalaba que habían empezado el diálogo con la empresa CEPA para formar una comisión de trabajo de alto nivel, en la cual estaba participando el Sindicato en representación de los trabajadores, el secretario de Asuntos Estratégicos de la presidencia, Franzi (Hato) Hasbún y el presidente de CEPA, Guillermo López Suárez.

La labor de esta comisión fue revisar si las “operadoras” están cumpliendo con todas las obligaciones de la ley, así como elaborar una propuesta conjunta para el funcionamiento del puerto que contemple la seguridad, la estabilidad laboral, el diálogo y negociación permanentes y, por supuesto, solventar el caso de varios trabajadores accidentados y fallecidos en varios accidentes de trabajo ocurridos en los últimos años.

Esta comisión entre septiembre y diciembre realizó más de 20 reuniones en las cuales, el STIPES afirma se acordó que a partir del 1o de enero de 2010, la labor de las operadoras sería retomada por CEPA, que al menos 450 trabajadores serían contratados directamente por la empresa estatal (incluyendo la junta directiva del sindicato) y que el sindicato funcionaría como la “bolsa de trabajo”, una modalidad bastante frecuente en puertos de todo el mundo.

Sin embargo entre el 11 y el 23 de diciembre se dio un lapso en el proceso de dialogo que hasta ese momento había avanzado bastante bien. Luego de ese período, la empresa CEPA dio marcha atrás con los acuerdos y notifico que tres de las operadoras privadas -Inporsa, Opsal y Servigran- seguirían funcionando pero se les agregaría una cláusula al contrato con CEPA en que se comprometerían a respetar los derechos laborales. Sin embargo, estas empresas operadoras, son precisamente de las más repudiadas por la comunidad de Acajutla por sus abusos laborales. Y ahora los trabajadores reclaman cumplimiento a lo acordado hasta antes del 11 de Diciembre dado que adjudican este cambio de posición de la presidencia de CEPA , a presiones de los grupos económicos, propietarios de las empresas “Operadoras”.

Diputados del FMLN y un representante de la empresa mixta Alba Petróleos, se dirigen a los huelguistas solicitando su apoyo para descargar un buque de combustible venezolano.

Así las cosas, desde el 24 de diciembre, los trabajadores han hecho uso de su mejor recurso de presión, la negativa a ir al trabajo bajo condiciones que les son desfavorables. El apoyo de la población a la acción de protesta ha sido solidaria y decidida. El día 31 de diciembre, en la víspera del año nuevo, a eso de las 4 de la madrugada un pelotón policial de la Unidad de Mantenimiento del Orden les desalojo de los portones del puerto. Los trabajadores evitaron cualquier provocación que desembocara en enfrentamientos y se retiraron a unos doscientos de metros a continuar con la protesta.

Aunque las autoridades de CEPA han manifestado que las actividades del puerto continúan con normalidad, una breve visita al terreno indica lo contrario. De hecho, diputados del FMLN y miembros de Alba Petróleos (empresa de capital mixto que distribuye combustible venezolano) han realizado varias gestiones para tratar de persuadir a los sindicalistas de su acción de protesta y para pedir su apoyo a descargar los buques tanqueros. Los trabajadores han respondido con la solicitud de reciprocidad para interponer sus buenos oficios ante el presidente de CEPA y ante el mismo Presidente Mauricio Funes.

Buques esperando ser descargados en Acajutla.

De hecho, los sindicalistas están distribuyendo copias de un video en el que recogen declaraciones durante la campaña electoral, el actual presidente Mauricio Funes. En ellas se comprometió a hacer de Acajutla uno de los mejores puertos de Centroamerica, pero dando beneficios a los trabajadores y luchando contra la corrupción, la cual, según los sindicalistas, proviene básicamente de los negocios irresponsables y codiciosos que realizan actualmente las “Operadoras” privadas. Según ellos, CEPA ha dado marcha atrás a lo acordado luego de presiones del sector privado.

Por su parte, la Asociación Nacional de la Empresa Privada, ANEP, ha estado presionando al gobierno a tomar acciones más fuertes contra los sindicalistas. Su Director Ejecutivo Raúl Melara en declaraciones a un matutino manifestó: “El hecho que un grupo de personas se esté tomando las instalaciones de Acajutla definitivamente que debe obligar al gobierno a tomar acciones a la brevedad posible”.

En términos generales, el desafío para el gobierno de Mauricio Funes es muy importante y simbólico. La manera como resuelva esta conflicto indicará si esta dispuesto a distanciarse de la corrupción del anterior gobierno, que subcontrataba innecesariamente a grupos privados afines, actividades que antes realizaba el mismo gobierno, o si mantendrá una política de confrontación con el movimiento sindical que hasta el momento le ha definido como un gobierno “amigo”.

Mientras tanto, el ánimo de lucha de la comunidad de Acajutla y de los sindicalistas de STIPES parece ir en aumento, a pesar de las amenazas de represión, pero con la esperanza de poder mejorar en el corto plazo, las condiciones de vida y trabajo que al menos desde 2002, empeoraron con la llegada de las “Operadoras” Privadas.

* * * *

[1] Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma, CEPA es una Empresa Estatal Autónoma que administra los puertos y aeropuertos.

sábado, julio 05, 2008

LAS CONCESIONES, DEJARON FUERA LOS DERECHOS DE LOS TRABAJADORES Y TRABAJADORAS.

-CASO DE ACAJUTLA, EL SALVADOR C.A.-


En enero de 2002, el gobierno salvadoreño intervino militarmente el Puerto de Acajutla bajo el argumento de aumentar la seguridad debido a los atentados sucedidos en EE.UU. Durante dicha operación, -al igual que unos meses atrás en el Aeropuerto El Salvador - las autoridades usaron la coyuntura para despedir a trabajadores sindicalizados que ahí laboraban, aquí fueron cerca de 2 mil. El hecho presentado como una acción para modernizar el puerto, fue en realidad una operación para entregar las operaciones a Empresas Privadas conocidas como “operadoras”. Varias de ellas;  creadas por ex gerentes y mandos medios de CEPA.

Video: Una comunidad destruida por la privatización

Esta acción se venía preparando desde hacia buen rato. Ya habían sido aprobados decretos legislativos mediante las cuales la Autónoma CEPA se desharía de la relación laboral con los trabajadores, y en su lugar “las operadoras” asumirían las contrataciones.

Antes de la intervención militar en 2002, los trabajadores del muelle poseían estabilidad laboral así como respetables salarios y prestaciones. La contratación colectiva que les otorgaba estos beneficios existía desde la década de los 50´s. Ahora, en la nueva modalidad desreguladando, se ganan salarios ínfimos –cuando se tiene suerte- y los perjudicados son las comunidades, el comercio, en fin; las familias obreras y toda la localidad.

Ante tal situación, en diciembre de 2004, los trabajadores formaron nuevamente una organización sindical: el STIPES. Sus fundadores y miembros han enfrentado desde entonces la discriminación en el empleo por parte de “las operadoras”.  Debido a eso muchos de sus miembros mantienen su afiliación en el anonimato.

Dos de los fundadores del STIPES, Gregorio Elías Vanegas y Joel García, no han sido tomados en cuenta por ninguna operadora desde aquellas épocas. A pesar que el gobierno salvadoreño a mediados de 2005 manifestó durante la coyuntura de aprobación del TLC con EE.UU.  que este caso había sido resuelto favorablemente; los fundadores Vanegas y García siguen desempleados. El resto de fundadores, obtienen a regañadientes algunas plazas temporales para descargar barcos.  Por su parte el Ministerio de Trabajo, lejos de actuar contra la discriminación mantiene un expediente en donde justifica la misma en contra los fundadores del sindicato, argumentando que ellos han abandonado sus labores para dedicarse a la actividad sindical. La pregunta es; ¿como pueden abandonar las labores los fundadores del STIPES si bajo la modalidad de contratos a destajo; las operadores eligen en cada descarga, quienes son contratados y quienes no?.

En una reciente reunión entre CEPA y el Sindicato STIPES; en donde participaron por la Autónoma el Arq. Roberto Bará y el Lic. Lemús Herrera, estos funcionarios trataron de desmarcarse de la responsabilidad en los temas laborales. El acta levantada de la reunión dice literalmente “CEPA por su parte les deja claro que esta reunión ha tenido como propósito escuchar el sentir del sindicato, pero deja también claro que no son responsables laboralmente de cualquier problema existente, ya que no la une ningún vínculo laboral en la referida problemática”. Esta afirmación es abiertamente contradictoria con el Art. 5 del Código de Trabajo que literalmente afirma: “El contratista y el sub-contratista responden solidariamente por las obligaciones resultantes de la prestación de los servicios de los trabajadores de éste, empleados en los trabajos requeridos por el contratista”. Esto nos lleva a afirmar categóricamente que si las empresas operadoras no cumplen con las condiciones laborales, es la CEPA la responsable de hacerlo.

Cada vez que hay que descargar un barco, los estibadores se arremolinan a las oficinas de las operadoras privadas para implorar que les contraten a destajo, sin prestaciones, y expuestos a accidentes industriales. Cada nuevo barco a descargar es una nueva oportunidad para escoger el personal que va laborar con ellas. Cada nuevo barco, es una oportunidad de discriminar a los sindicalistas.

Esta situación es resentida por toda la comunidad de Acajutla, especialmente por los  comerciantes y vendedoras. No son pocas las vendedoras que se quejan añorando los tiempos en que vendían de manera razonable sus productos, dado que la estabilidad laboral y las prestaciones de la negociación colectiva, generaba un círculo virtuoso que apuntalaba el mercado interno del municipio.

Pero no solamente esta el problema de la falta de estabilidad laboral y de deterioro de la economía del municipio, también esta el problema de la falta de seguridad industrial.

En el muelle existía antes la bodega para mercadería en transito, bajo la cual los estibadores se protegían de la inclemencia del sol y de la lluvia. Esa bodega ya no existe, y cuando llueve de manera intercalada con el abrazante sol; prácticamente a los estibadores solo les queda esperar que la lluvia pase. “Ahí nos quedamos acurrucados como que fuéramos gallinas” manifestó uno de ellos al ser entrevistado.

Este ambiente laboral también permite la inseguridad en las labores. Los accidentes de trabajo están a la orden del día. Miguel Antonio Siciliano Pinto, un joven estibador que fue contraminado por dos containers en el muelle en Septiembre de 2007, fue evacuado escondido bajo un toldo en un Pick Up particular por los encargados de la operadora para la cual laboraba. Durante la evacuación adquirió una bacteria en sus heridas, llegando su vida a peligrar. Ahora se ha convertido en una de las principales voces de denuncia del régimen laboral existente en Acajutla; el cual atenta contra la vida misma de los estibadores.

 

MÁS CONCESIONES EN EL HORIZONTE:

 

Las concesiones ahora vuelven a tomar relevancia. En los últimos meses, el gobierno salvadoreño nuevamente ha anunciado su interés en concesionar los puertos, no solo Acajutla, sino también el de Cutuco en La Unión, una vez termine su construcción con fondos donados por Japón.

Albino Román presidente de CEPA -en declaraciones a un matutino- manifestó que la intención del gobierno es concesionar Cutuco una vez sea terminado en noviembre de este año, pero aclaró "va a estar vacío, porque se entregará sin las grúas y los equipos que transportan contenedores en patio", dijo. "El compromiso del concesionario es equiparlo" remató. El presidente de CEPA junto a la Vicepresidenta Vilma de Escobar visitaron Holanda a mediados de junio, para buscar en un congreso de logística internacional, potenciales  interesados en tomar la concesión.

Es de conocimiento público que estas concesiones deben ser aprobadas por el órgano legislativo, al cual es urgente demandar, que los derechos laborales sean claramente especificados en todas las concesiones estatales. El caso de Acajutla en que los trabajadores y las comunidades perdieron todas las prestaciones laborales que habían tenido durante cincuenta años no puede repetirse.

Las concesiones -cuando son necesarias-, deben especificar claramente la obligación de las empresas  a respetar todas las leyes, especialmente los derechos laborales y los estandares  existentes. Si se hubiese aplicado la sustitución patronal en Acajutla acorde al Art. 6 del Código de Trabajo, los trabajadores no estarían en la lamentable situación actual.  Esta situación debe enmendarse, y ante todo hay que revisar que tan conveniente es entregar las operaciones de los puertos al mejor postor. ¿Es esto lo que conviene al país?

El llamado es al órgano legislativo, a condicionar fuertemente cualquier concesión al respeto de los derechos laborales y sindicales, y a la CEPA a restaurar los derechos de la población de Acajutla. No solo es su deber moral, sino legal hacerlo.