sábado, septiembre 08, 2007

En primer día de vigencia de convenios de OIT en El Salvador:

Se presentan 4 solicitudes ante Ministerio de Trabajo para autorizar sindicatos, mientras siguen en la cárcel lideres del SIGEESAL.

Por Gilberto Ernesto García Dueñas.
Centro de Estudios y Apoyo Laboral CEAL, El Salvador Centroamérica.

A pesar que El Salvador es suscriptor de la Declaración de 1998 de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo, la cual compromete a todos los firmantes a respetar los convenios fundamentales incluyendo los relativos a libertad sindical; la ratificación en septiembre de 2006 de varios de estos tuvo que esperar un año para que los mismos entraran en plena vigencia. Durante este espacio de tiempo, varias organizaciones laborales del sector público, a quienes históricamente se les negó el derecho a formar sindicatos, prepararon sus documentos y solicitudes de acreditación como sindicatos. Por lo menos 4 de estas sometieron a consideración del Ministerio de Trabajo sus papeleos en las primeras horas del 7 de septiembre de 2007, primer día en que formalmente entran en vigencia los convenios 87 y 98 de la OIT en el país.

Miembros de SIGEESAL denuncian encarcelamiento de 8 de sus compañeras y compañeros durante actividad en el Ministerio de Trabajo.

Primer día de vigencia de convenios, con líderes encarcelados.

El 6 de Julio de 2007, el sindicato del sector salud, SIGEESAL realizó varias acciones de solidaridad a nivel nacional en apoyo a un paro parcial de la seccional de San Vicente del mismo sindicato, el cual denunciaba el desabastecimiento de medicamentos, la corrupción y diferentes modalidades de privatización de los servicios de salud en la ciudad vicentina. Solo 3 días después, el director general de hospitales llegó al compromiso de mejorar el abastecimiento de medicinas, investigar los actos de corrupción y no realizar represalias a los trabajadores y lideres sindicales. Sin embargo, los directores de hospitales de Chalchuapa y Santa Ana – quienes durante las protestas habían presentado demandas por desordenes públicos contra los dirigentes – dejaron activas dichas demandas en la Fiscalía General de la República, ante lo cual esta instancia dio trámite silenciosamente.

En la madrugada del 4 de septiembre, la policía allanó las casas de 8 dirigentes sindicales de SIGEESAL dándoles captura. Así, el primer día de vigencia de los convenios de OIT, los líderes sindicales la pasaron en la cárcel. La Fiscalía General de la República por su parte, se encargó de demorar las diligencias para que la audiencia programada para la tarde del viernes 7, fuera postergada hasta el domingo 9 de septiembre, en donde un juez decidirá la suerte de los sindicalistas, bajo el nuevo régimen legal de criminalización de la protesta social. Las y los lideres capturados son: Ana Luz Ordoñez Castro, Mirian Ruth Castro Lemus, Elsa Yanira Paniagua, Noemí Barrientos de Pérez, Ana Graciela de Carranza, Jorge Emilio Pérez, Manuel Trejo Artero y Anemias Armando Cantadeiro. Y han sido acusados por la fiscalía de “daños agravados y desordenes públicos”.

El SIGEESAL apenas logró en el mes de junio de 2007 recuperar su registro sindical, el cual el gobierno salvadoreño le retiró en el año de 1995 luego de una huelga en el principal hospital del país, el Hospital Rosales. En este caso, el comité de libertad sindical de OIT se pronunció en repetidas ocasiones animando al gobierno a registrar legalmente al sindicato y a permitir la libertad sindical en el sector público.

El caso de SIGEESAL demuestra claramente como, aunque formalmente los convenios de OIT fueron aprobados, el gobierno salvadoreño mantiene una actitud agresiva frente a los intentos de las organizaciones sindicales legítimas.

Resulta tremendamente simbólico, que el Estado salvadoreño haya realizado un encarcelamiento de activistas sindicales, a solo 3 días de entrada en vigencia de los convenios de OIT. Muchas personas se preguntan incluso, si no se trata de enviar un claro mensaje a las organizaciones legítimas de la clase trabajadora.

Solicitudes de primer momento y la sombra del paralelismo.

Solo en las primeras horas del 7 de septiembre, dos organizaciones de empleados judiciales (SINEJUS y SITOJ), una de trabajadores del Ministerio de Salud (SITRAMSPAS) y el sindicato de vigilantes privados (SITRASSPES), presentaron sus solicitudes para ser reconocidos plenamente como organizaciones sindicales. En los primeros tres casos las asociaciones de empleados estatales, ya tienen una larga trayectoria reivindicativa y están haciendo uso de las libertades sindicales ahora reconocidas al menos en teoría. En el caso del sindicato de vigilantes privados el gobierno salvadoreño ha denegado desde 2005 el reconocimiento legal del mismo, caso que también ha trascendido a la OIT. Los argumentos del gobierno van desde que se prohíben la organización de los grupos armados, hasta equipararlos con policías; los cuales siguen teniendo prohibida constitucionalmente la organización sindical.


Sindicatos brindan acompañamiento a nuevas organizaciones en la presentación de sus solicitudes de registro.

Durante un acto de presencia y acompañamiento de varios centenares de sindicalistas a la presentación de los documentos al Ministerio de Trabajo, miembros de diferentes organizaciones aprovecharon la ocasión para hacer múltiples denuncias, tales como capturas, despidos, discriminaciones, entre otras. Sin embargo, fueron muy marcadas las denuncias sobre el renacimiento del paralelismo sindical.

La práctica de formar sindicatos paralelos, más afines al gobierno o a las empresas para hacer contrapeso a los sindicatos legítimos formados con esfuerzos, lucha y sacrificio por los trabajadores, parece ser una práctica que se esta extendiendo. Uno de los casos recientes es el de la empresa CALVO en donde el Ministerio de Trabajo autorizó la formación de un sindicato paralelo afín a la patronal, formado y promovido por los jefes. También ha autorizado sindicatos paralelos en otras empresas privadas en donde funcionan ya sindicatos beligerantes y ha permitido la disolución de sindicatos legítimos como en el caso de la empresa DIANA, donde ahora funciona monopólicamente un sindicato afín a la patronal.

Según un líder sindical, durante una visita de varios dirigentes al despacho ministerial el pasado 28 de agosto para tratar varios temas laborales, el Ministro, Roberto Espinal se excuso sobre el tema de las organizaciones paralelas diciendo que “lo difícil es probar legalmente” que esos sindicatos son patronales.

Más preocupante es, que durante la actividad de protesta de este día, las organizaciones sindicales incluso denunciaron reclamos recibidos en el sitio de parte de los mismos empleados del Ministerio de Trabajo, referentes a que es creciente su descontento y rechazo, a que un sindicato formado con personas y jefaturas “afines al Ministro” ya estaría en formación y en proceso de legalización. De confirmarse esta denuncia; el paralelismo y los sindicatos bajo control patronal, estarían afincándose en el mismo Ministerio de Trabajo.

A pesar que los convenios 87 y 98 de la OIT están ahora formalmente en vigencia en El Salvador, parece que las sombras de la represión y del paralelismo sindical parecen tomar nuevas fuerzas.

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