El periodista Salvador Sánchez Roque, acudía generalmente a las convocatorias de prensa que las organizaciones sindicales y sociales realizan para dar a conocer sus demandas y posiciones. Por eso Salvador Sánchez, era una persona conocida en el ámbito de los movimientos sociales, su trabajo fue un vehículo de difusión de las posturas del movimiento popular salvadoreño. La cobertura periodística de su trabajo era realizada para radios como Maya Visión, Ysuca y Radio Cadena Mi Gente. Las tres radios, son algunas de los pocos medios de comunicación alternativos que rompen con el cerco informativo dominante de los medios de comunicación conservadores, afines al gobierno y a las grandes empresas. El periodista fue asesinado a balazos ayer 20 de septiembre, a las 6 de la mañana a pocos metros de su casa de habitación en Soyapango.
Como miembro del staff
Los familiares de Salvador Sánchez, han señalado que él había recibido amenazas recientemente. Sin embargo Sánchez no reveló el origen de las mismas para no llevar preocupación a su hogar. Las primeras declaraciones de las autoridades, basadas en testimonios de familiares y vecinos, han señalado posible participación de miembros de pandillas en el asesinato. La reacción predominante de sus colegas y del movimiento social al conocerse el hecho, es exigir una investigación a fondo sobre las motivaciones atrás del asesinato.
Llama poderosamente la atención que el alto nivel de criminalidad que vive El Salvador, sirve a las autoridades como una excusa cómoda, frente a las demandas de investigaciones exhaustivas en recientes asesinatos de lideres del movimiento social y sindical, de activistas políticos de la izquierda; así como en este caso, del asesinato de un trabajador de la prensa alternativa.
En El Salvador, según un informe reciente del PNUD la mayoría de los asesinatos quedan impunes. Asimismo, según un reportaje reciente de El País, las tasas de mortalidad por hechos violentos se acercan peligrosamente a las tasas de fallecimiento durante conflictos armados. Las cifras rondan 11 muertos al día en un país de 6 millones de habitantes. Tras la firma de los Acuerdos de Paz - hace 15 años - y tras 18 años de gobiernos neoliberales; es indiscutible que el modelo económico ha generado una preocupante espiral de violencia asociada a la crisis social y económica.
Salvador Sánchez Roque.
Trabajador de la Prensa Alternativa.