CALVO ENFRENTA DENUNCIAS ANTE LA OIT Y LA COFIDES.
Sindicatos denuncian que bufete de Ministro de Trabajo representa a Calvo. Simultáneamente a que se desarrollan las últimas jornadas de la 96ª Conferencia Anual de la OIT en Ginebra Suiza que concluirá el próximo 15 de junio; tres sindicatos salvadoreños, el SGTIPAC (que representa trabajadores/as de CALVO), FESTSSABHRA y CSTS han interpuesto este día una queja ante el Comité de Libertad Sindical de OIT contra el gobierno de El Salvador por permitir acciones contra la libertad sindical de la empresa española CALVO, entre las que se destacan despidos de directivos y una fundadora protegidos/a por fuero sindical, intento de despido de otros directivos mediante acciones judiciales, intimidación antisindical en la que participan, gerentes, jefes y vigilantes armados y proposiciones de los gerentes y jefes de CALVO a los trabajadores/as para que formen un sindicato patronal. La queja menciona el hecho que la empresa española esta siendo representada legalmente por un abogado miembro del bufete del Ministro de Trabajo Salvadoreño (José Roberto Espinal), este último, quién a su vez ha ostentado una vicepresidencia en la OIT y preside el consejo de Ministros de Trabajo de Centroamérica.
En junio de 2006, el Grupo CALVO, luego de despedir a 600 trabajadoras/es amenazó con cerrar sus operaciones en El Salvador si no se aprobaban los convenios fundamentales de la OIT entre ellos el 87, 98 y 135 referentes a la libertad sindical, dado que este es un requisito para el SGP+Plus Europeo, un acuerdo que le permiten a los países miembros exportar sin aranceles a la UE y del cual se beneficia CALVO para llevar el Atún desde El Salvador a la UE. Sin embargo la respuesta de CALVO al intento de organización en su planta en Punta Gorda La Unión, no ha sido lo que se hubiera esperado de una empresa que cabildeo la ratificación de las normas fundamentales.
Por su parte la UITA, un sindicato global que representa a 365 sindicatos de la alimentación en 122 países, ha apoyado los esfuerzos de las organizaciones salvadoreñas y también ha publicado recientemente en su sitio web, un extenso reportaje denominado “La Novela de CALVO conservas” http://www.rel-uita.org/sindicatos/calvo/la-novela.htm . En este reporte se desarrolla un recorrido histórico de esta compañía cuya sede se encuentra en Galicia y que ahora ha llegado a Brasil y El Salvador. Ramón Calvo habría mencionado a la revista Cinco Días “Nunca tuvimos una huelga; no sabemos lo que es ir a un tribunal” como prueba de su estricta observancia a los derechos laborales. Sin embargo ahora parece que ese buen record esta amenazado.
Consecuencias económicas para Calvo a estribor, quejas laborales a babor.
La Compañía Española de Financiación del Desarrollo, COFIDES, S.A. es una empresa mixta que apoya las inversiones de empresas españolas en países en desarrollo. Esta compañía financia proyectos de empresas españolas que desean “transnacionalizarse” desarrollados a través de “proyectos privados viables que se lleven a cabo en cualquier país en vías de desarrollo o emergente en los que exista algún tipo de interés español”. Esta compañía precisamente fue la que aportó mediante un préstamo de 52 millones de Euros, el capital para que CALVO estableciera su planta en La Unión, El Salvador.
Sin embargo estos fondos tienen algunas condiciones. Las normas de COFIDES establecen que se; “respetará los derechos humanos de todos sus colaboradores, de conformidad con la Declaración de Derechos Humanos de las NN.UU. y con los principios establecidos en el Pacto Mundial suscrito por COFIDES.” (La declaración de la ONU en el artículo 23 dice: Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses.)
Es por esta razón que a la par de la queja ante la OIT, las organizaciones sindicales salvadoreñas han pedido dar trámite a una solicitud ante la Dirección de COFIDES de iniciar un proceso de investigación de las compañías del Grupo CALVO en El Salvador, con el objetivo de determinar si las violaciones a la libertad sindical que están sucediendo en El Salvador son una violación al Código Ético de COFIDES y si esto amerita la terminación de las relaciones mercantiles con el Grupo CALVO El Salvador.
¿Demandas inalcanzables?
Paradójicamente, las demandas de las organizaciones sindicales son muy básicas, están exigiendo el reinstalo de sus directivos y fundadores y el cese de la campaña antisindical de la empresa que esta enfocada en tratar de reducir el crecimiento del sindicato SGTIPAC y así coartarle el camino a la negociación colectiva. Algo que en otras latitudes ya hace CALVO; en El Salvador amenaza en convertirse en un verdadero incidente internacional. Asimismo las organizaciones salvadoreñas exigen el cese del doble estandar. Es sabido que CALVO en España y en Brasil mantiene relaciones laborales que incluyen la negociación colectiva con sindicatos de esos países.
En El Salvador, los gerentes y jefes de CALVO provienen de la misma industria y del sector empresarial salvadoreño, acostumbrados a reprimir cualquier asomo de organización sindical. De hecho el gobierno y los grandes empresarios salvadoreños han mostrado a lo largo de los años que confían en desindicalizar la sociedad como vía para atraer inversiones foráneas. El anterior Ministro de Economía, Miguel Lacayo (2000-2004) en varias ocasiones mencionó la poca tasa de sindicalización como un “atractivo” que ofrecía el país para los inversionistas extranjeros. Precisamente el mismo funcionario, en su vida empresarial, mostró dicha práctica. La Empresa Baterias de El Salvador, propiedad de él y su familia, aplastó en 2006 un naciente esfuerzo de organizar un sindicato en la planta ubicada en la localidad de Sitio del Niño. Sin embargo El Salvador es el país de Centroamérica que a pesar de ser promocionado por el gobierno conservador como “el campeón del libre comercio”, es el que atrae menos inversión extranjera de la región.
Ahora CALVO se encuentra en una verdadera disyuntiva; aplicar en El Salvador su política de relaciones laborales y negociación colectiva, tal como la ha hecho en Brasil y España. O sumarse al club de los grandes empresarios salvadoreños, caracterizados por ser furiosamente antisindicales.
Mientras tanto CALVO se decide, las organizaciones sindicales salvadoreñas ya han procedido a elevar a foros internacionales sus quejas. También han anunciado que están organizando una delegación con sus homólogos de Brasil en las empresas CALVO, para establecer estrategias para estandarizar hacia arriba las normas internacionales de una de las más grandes empresas de Atún del mundo.
San Salvador, 13 de Junio de 2007